- No puedo, me tengo que ir.
+ ¿Qué vas a hacer ahora?
- Vivir.
Soy una mujer promiscua, sí, porque pretendo utilizar el sexo como medio para encontrar lo que todo el mundo busca: reconocimiento, placer, autoestima y, en definitiva, amor y cariño. ¿Qué hay de patológico en eso? Si queréis ponerme un nombre, adelante, no me importa, pero sabed que lo que soy en realidad es una Nereida, una Driada, una Ninfa sencillamente.